• domingo 2 de abril del 2023

"Fué bastante mal en todos y cada casa y es un reconocimiento que se agradece bastante desde lo personal"

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   Logroño inaugura el memorial de las víctimas del golpe para derrocar al gobierno de 1936 en el cementerio de la región

   LOGROÑO, 25 Feb.

   Yolanca Colás conoció a su abuelo solo en cuentos. Su historia, y la de otros prácticamente cuatrocientos sepultados en el Cementerio de Logroño tiene desde el día de hoy un memorial levantado por el artista logroñés Óscar Cenzano. "Fué bastante mal en todos y cada casa y es un reconocimiento que se agradece bastante desde lo personal", dijo antes de su inauguración.

   A las 12:30 horas de el día de hoy, en el Cuadro 1 del Cementerio de Logroño, el concejal de Servicios Sociales, Iván Reinares, ha abierto el acto de inauguración del memorial calificándolo como una "deuda ética". "Daría igual que cayesen chuzos de punto, sería una enorme día", dijo.

   Le siguió el presidente de La Barranca, entidad de la que, al lado de la colaboración del Ayuntamiento de Logroño, ha surgido la idea. Ricardo Blanco, que ha apelado al valor del reconocimiento instantaneamente de el día de hoy como "elemento primordial de convivencia", ha apelado a los valores enserio y justicia.

   "Lo opuesto del olvido no es la memoria, es la realidad", ha proclamado en este sentido el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza. Entre las intervenciones, la voz, y la música, de Elena Aranoa aderezaba la solemnidad que imprimían los asistes con su silencio, solo roto por ciertas vivas a la república.

   Aranoa ha elegido tres piezas de Federico García Lorca, Miguel Hernández y, para finiquitar, Lucía Sánchez, asimismo de la 'generación del 27' pero silenciada por ser mujer. Con su poema ha amado ofrecer tranquilidad, como se titulaba, a quienes "no tuvieron la posibilidad de tener tranquilidad para morirse".

   Entre las historias la de Isabel, a la que metieron en la prisión embarazada tras haberle matado a su marido, de una paliza y cortándole la cabeza con un hacha, en el momento en que se había escondido en el monte.

   El día de hoy, en el Cementerio de Logroño, quien lo recordaba era su nieta, Yolanda Colás, viendo al infinito tal y como si mientras que lo contaba estuviera pasando en su cabeza, transformando en un recuerdo vivido el relato de su abuela Isabel, que la crió y cada día besaba la fotografía de su marido ejecutado.

   "Siempre y en todo momento me afirmaba mi abuela que mi abuelo estuvo en la guerra tres años, en Tetuán y Larache, y debió venir a España a fin de que lo matasen", ha contado a Europa Press.

   "Mi abuelo", ha añadido, "lo único que defendía era el derecho de los trabajadores a tener un trabajo digno y no tener que salir a la plaza a conocer como era el apoderado que le deseaba ofrecer una pobreza de jornal".

   Para ella, "este acto piensa algo de es ya hora". "En nuestro corazón cada uno de ellos transporta lo que transporta, y lo que ha concepto la pérdida de todos ellos, por el hecho de que fué bastante mal en el hogar y es un reconocimiento y se agradece bastante desde lo personal".

   Ha comprendido "que haya gente que afirme, agua pasada no desplaza molino, pero si no entendemos de donde venimos a dónde vamos", se ha preguntado. Para Hermoso de Mendoza: "Regresar a pasar por el corazón si bien duela".

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