LOGROÑO, 5 Mar.
La maestra del Especialista Universitario en Convivencia y Acoso Escolar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Adoración Díaz, ha asegurado que "es vital el trabajo con el conjunto-clase para la prevención del acoso escolar".
La asimismo integrante del aparato de investigación Ciberpsicología de UNIR en una entrevista a Europa Press aseguró que "probablemente halla una detección temprana del acoso escolar, siendo éste el primordial inconveniente de convivencia al que se combaten nuestros institucionales hoy día; y su detección precoz es un factor clave por el hecho de que puede saber tanto el nivel de padecimiento del menor en el momento en que lo está tolerando como las secuelas a corto, medio y largo período en la víctima de la agresión".
No obstante, ha apuntado que esa detección "se ve complicada por el hecho de que el acoso escolar actúa de manera enterrada, y frecuentemente lejos de la existencia de mayores que tienen la posibilidad de advertirla o mediar en esa activa". "En general la víctima adopta una actitud discreta, llegando a culparse de esto e inclusive merecedora de esas formas de proceder violentas hacía su persona", ha apostillado.
Por ello "es vital trabajar con el conjunto-clase de cara a la prevención del abuso escolar, que es de donde debemos partir, centrando el foco no solo en la víctima u atacante sino más bien asimismo en los observadores". Los hábitos de estos últimos "tienen la posibilidad de o remarcar la actitud del atacante, que provoca que se extienda en el tiempo, o castigar la actitud y asistir de forma indirecta a la víctima".
La maestra de UNIR ha señalado que hay una sucesión de "indicadores" para contribuir a advertir de manera precoz el acoso escolar, así como "un aumento súbito de faltas de asistencia al centro escolar, aparte de una actitud reluctante a asistir al mismo e inclusive verse perjudicado el desempeño académico, con una bajada de notas". De hecho, "tienen la posibilidad de darse inconvenientes de concentración y atención en clase".
A ello, ha unido otros componentes como "la perdida de amigos, el aislamiento, eludiendo relacionándose con sus compañeros de clase, que antes eran sus amigos". Además, a nivel psicológico del alumno que padece acoso escolar "tienen la posibilidad de darse cambios en el carácter, con estados de ansiedad y a veces se vuelven mucho más reservados, con ese mutismo en fases incipientes, con pequeños tristes y también irritables que tienden a la intromisión".
Díaz ha señalado que "en casos muy extremos esto puede derivar en somatizaciones, en los que los inconvenientes sicológicos de los menores tienen la posibilidad de producir problemas, malestar gastrointestinal, presión en el pecho, temblores y asimismo modificaciones del sueño". Además en el cuerpo "probablemente halla moratores" pero "asimismo puede llegar elementos personales rotos y es asimismo recurrente la perdida de material escolar".
Con todo ello, aseguró que hay una regla de las tres C que fué iniciativa por la Asociación 'no al acoso escolar' y va dirigido a la detección precoz del acoso escolar para progenitores y para enseñantes, pues "distribuyen tres C; cambios, campanas y cuerpos, a la que los enseñantes unen una mucho más agregada que es prácticas".
La 'c' de cambios "tiene relación a los cambios en los hábitos del menor, tanto para progenitores para enseñantes, y que llaman la atención pues no se corresponden con quien era previamente; la 'c' de campanas menciona a la carencia de asistencia; la 'c' de cuerpo está relacionada con la aparición de acciones beligerante reflejada en el cuerpo de los menores, como moratones o raspones".
Además, en la situacion del profesorado está la 'c' de prácticas "o sea cambios en el accionar en el sala del niño que llamen la atención, como un niño que no desea salir al recreo o que llegue todos y cada uno de los días cinco minutos tarde e inclusive salir antes de clase para no encajar con sus compañeros".
En este punto, la especialista de UNIR puso de manifiesto que el acoso que "existió desde el principio de los tiempos, pero si que antes tenía una periodicidad, esto es comenzaba a las nueve de la mañana y acababa a la 2 de la tarde, coincidiendo con el horario lectivo de los menores, pero en este momento va alén de los muros de los centros institucionales".
Esto incentiva que "esta sensación de acoso es incesante, y en este preciso momento es 24/7 y los menores no desconectan por el hecho de que no tienen ese espacio de independencia donde sentirse seguros", con lo que "se aguzan considerablemente más las secuelas".
De hecho, ha señalado que "charlamos que el abuso escolar y el acoso escolar dejó de ser un inconveniente educativo para transformarse en un inconveniente popular y de salud pública", por el hecho de que "nos atañe a toda la sociedad".
La maestra de UNIR ha mostrado además de esto que "recientemente vemos casos mucho más extremos de acoso escolar que tienen secuelas tan graves y dolorosas como los intentos de suicidio y la consolidación del propio suicidio".
"Es verdad que a veces la atención didáctica o psicopedagógica que se puede prestar a los estudiantes en los centros institucionales no es bastante pues, por poner un ejemplo en la situacion de Educación Secundaria el profesional que se ocupa tanto del diagnóstico como del rastreo del acoso escolar, es eminentemente el orientador educativo, pero la ratio orientador/ alumno es de un orientador por cada 1.000 estudiantes, en el momento en que la UNESCO sugiere 250 estudiantes por cada orientador educativo", ha añadido.
Para acabar, ha apuntado que eso provoca que los orientadores "se vean desbordados y no es una incapacidad laboral de ellos sino más bien incapacidad temporal de poder atender a todo el alumnado", frente a lo que ha solicitado "la incorporación de sobra contribuye a los centros académicos por el hecho de que se ve que nuestros jovenes tienen graves problemas médicos mental, que se tienen que atender primeramente desde el centro educativo, y después derivar a salud psicológica con la mayor celeridad viable".