
En la segunda sesión del juicio por el 'Caso Entrena', en el que O.P es acusado por el asesinato del desaparecido J.O, el teniente de la Policía Judicial, máxima autoridad en la investigación, ha explicado cómo el acusado tendió "una trampa" a la víctima para asesinarla y trasladar su cuerpo de forma premeditada, haciéndolo parecer como si la víctima hubiera robado unas monedas.
Los investigadores están "convencidos" de saber lo que ocurrió esa noche, gracias a las evidencias científicas, indicios directos y testimonios de los testigos que se complementan entre sí. Los restos de sangre y adn encontrados en la cochera de la casa del acusado coinciden con el lugar de donde salieron los "gritos de dolor, desgarradores".
El hermano del acusado hizo una llamada al 112 y habló de que J.O estaba muerto, un desliz que conlleva una confesión de su hermano ya que en ese momento se le presumía sólo desaparecido.
Los investigadores entienden que el asesinato fue cometido entre las 21:28 y 21:54. Además, se encontraron evidencias como la sangre de la víctima, adn de la víctima y balas en lugares clave como la rampa de la cochera, al lado de la furgoneta, dentro del vehículo y en la puerta del piloto. La sangre del acusado encontrada en la ducha y en el bote de gel es también un indicio importante.
La preparación de los hechos incluyó el viaje a Logroño para intentar arreglar su coche, que se revela como una "coartada". El acusado mantuvo que la furgoneta no arrancaba, por lo que se intentó meter la batería de la furgoneta que se usó para deshacerse del cadáver en el coche que tenía en Logroño. La investigación usó perros de restos cadavéricos, actividades subacuáticas, batidas, se usó un georadar para zonas aledañas a la vivienda relacionadas con el acusado, así como una bodega donde se buscaron dobles fondos.
La hipótesis es que se ha desecho del cadáver y la investigación no ha conseguido encontrarlo aún.
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