LOGROÑO, 2 Oct.
El médico experto en Enfermedades Infecciosas, Vicente Soriano, aseguró que "bajo 60 años absolutamente nadie demostró que una cuarta dosis -de la vacuna para el COVID-19- sea bueno". No obstante, basándose en publicaciones médicas reputadas apunta que los mayores de 60 que la reciben "tienen un peligro tres ocasiones menor de hospitalizarse y de fallecer".
El asimismo instructor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Facultad Internacional de La Rioja (UNIR) en una entrevista a Europa Press ha señalado que hay un trabajo anunciado en la gaceta médica bien conocida 'New Journal of Medicine', de abril, efectuado por autores de Israel -país que comenzaron antes las vacunas contra el COVID-19- que "revela en que en gente que hace mucho más de 4 meses recibió la dosis de recuerdo, la tercera, desde ahí los que tienen mucho más de 60 años tienen un peligro tres ocasiones menor de hospitalizarse y de fallecer, en relación a los que no reciben la dosis cuarta de recuerdo".
Por otra sección, sobre la doble imnunización de la vacuna para la gripe y contra el COVID-19 ha recordado que "está establecida para personas mayores de 60 años, y, desde ahí el conjunto de población que está institucionalizado, pacientes con patologías pulmonares crónicas, tal como otro género de anomalías de la salud graves, en tanto que son mucho más susceptibles de llevar a cabo formas graves de COVID y de gripe". A ello ha unido "el plantel sanitario por el mayor peligro de exposición".
En este punto, ha manifestado que no hay peligros adheridos de la doble inmunización "de entrada". "Lo que se hace es poner 2 inyecciones intramusculares, una en todos y cada brazo, y no se intercalan los viales, y las reacciones son las propias de esta clase de inyección como son cefalea, mal local y un pequeño conjunto de pacientes, entre el diez y 15 por ciento, que hacen lo que se llama efectos sistémicos agudos, o sea, alguna tiritona y algo de reacción inmunológica transitoria", ha añadido Soriano.
Sobre los síntomas para distinguir una patología de otro, el experto en patologías infecciosas ha señalado que "para la gripe, de forma global, está lo que se conoce como inmunidad entrenada, con lo que las novedosas variaciones que van circulando en las distintas estaciones de gripe lo que hacen es ir intentando encontrar su hueco para generar un tanto mucho más de daño, replicando un tanto mucho más; y con el COVID, siendo mucho más reciente por el hecho de que hasta hace un par de años esencialmente no existía, con lo que los cuadros son mucho más inespecifícos".
En este sentido, explicó que con el coronavirus "hay mucho más cefalea, dolores musculares, rinitis, tos, y con la gripe tiende a ser mucho más contenido todo". No obstante, aseguró que "hay una enorme superposición entre unos síntomas y otros".
Además, aseguró que se dan "coinfecciones", ya que "hay pacientes en el hospital que en el momento en que ingresan por cuadros respiratorios se les hace una PCR para gripe, que puede ofrecer efectiva, y por este motivo hay que aislarlos y se les da un antiviral; y después la sorpresa es que te llega otra PCR del COVID y asimismo les da positivo, frente a lo que hay que ofrecer otro antiviral".