Crónica La Rioja.

Crónica La Rioja.

Disminuye el consumo de alcohol y el 'botellón' en La Rioja; aumentan cigarros electrónicos y uso de cocaína.

Disminuye el consumo de alcohol y el 'botellón' en La Rioja; aumentan cigarros electrónicos y uso de cocaína.

LOGROÑO, 10 de enero. Recientes hallazgos del Programa de Encuestas sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) han ofrecido una perspectiva reveladora sobre los hábitos de consumo entre los jóvenes y adultos en La Rioja. Este estudio, llevado a cabo con una muestra de 969 personas de entre 15 y 64 años, informa sobre una tendencia notable: mientras que el consumo de alcohol y la popular práctica del 'botellón' están disminuyendo, el uso de cigarrillos electrónicos y la cocaína han registrado un aumento preocupante.

La directora general de Salud Pública, Eva Martínez, se encargó de presentar los resultados de este análisis, que subraya un dato fundamental: el alcohol continúa siendo la sustancia psicoactiva de mayor consumo en la región. De acuerdo con los informes, un 77,3 por ciento de los encuestados ha consumido alcohol durante el último año, una ligera reducción en comparación con el 77,7 por ciento registrado en 2022. En un plazo más corto, el 67,5 por ciento ha bebido en los últimos 30 días, descendiendo del 68,4 por ciento del año anterior; sin embargo, el consumo diario ha mostrado un aumento, del 6,9 por ciento al 10,7 por ciento.

Cuando se observa el fenómeno de los 'atracones', que implica un consumo excesivo en un breve periodo, se aprecia un descenso notable entre los riojanos, bajando del 22,9 por ciento en 2022 al 16,6 por ciento en 2024. A nivel nacional, se mantiene una estabilidad leve, pasando del 15,4 por ciento al 16,0 por ciento en el mismo periodo. Este fenómeno es particularmente significativo entre los más jóvenes, donde el consumo de atracones ha decrecido del 39,6 por ciento al 21,1 por ciento entre los 15 y 24 años.

Respecto a la práctica del botellón, un 24,5 por ciento de los jóvenes de 15 a 24 años en La Rioja afirma haber participado en esta actividad en el último año, cifras que se sitúan por debajo de la media nacional del 30,8 por ciento. Este descenso progresivo es notable en todos los grupos de edad y género, con un desplome destacado en la franja de 15 a 24 años, donde se ha reducido del 40,7 por ciento en 2022 al 24,5 por ciento en 2024.

Sin embargo, la tendencia no es uniforme en todas las categorías. Ha surgido un aumento en el consumo de cocaína en polvo y/o base en relación al año 2022, evidenciado en los datos de 2024: un 14,9 por ciento ha probado esta sustancia alguna vez en su vida, y el 4,9 por ciento lo ha hecho en los últimos 12 meses, comparado con apenas un 1 por ciento en 2022. En el último mes, el 3,4 por ciento ha consumido cocaína, lo que plantea un reto creciente para los servicios de salud pública.

En el ámbito del tabaco, se ha registrado que un 61,4 por ciento de la población de La Rioja entre 15 y 64 años ha fumado en algún momento de su vida, con un 39,3 por ciento en el último año y un 28,9 por ciento que fuma diariamente. Este último dato representa una disminución en comparación con 2022. Por otro lado, aunque el consumo de cigarrillos electrónicos se mantiene por debajo de la media nacional, ha crecido: un 12,1 por ciento de los encuestados ha utilizado estos dispositivos alguna vez en la vida, un 4,4 por ciento en el último año y un 3,4 por ciento en el último mes.

Adicionalmente, la región experimenta un descenso en el uso de hipnosedantes, tanto con receta como sin ella, en todos los periodos analizados. Para 2024, el 11,9 por ciento de la población ha usado analgésicos opioides alguna vez, registrándose un ligero aumento respecto al 10,8 por ciento en 2022. Sin embargo, estos porcentajes continúan siendo inferiores a la media nacional. En cuanto al consumo de analgésicos opioides sin receta, se sigue manteniendo en niveles muy bajos, con un 2,4 por ciento en La Rioja y un 2,5 por ciento a nivel nacional.

Este complejo panorama de consumo de sustancias pone de manifiesto tanto logros como desafíos en el ámbito de la salud pública. La temática requiere una atención constante y estrategias adecuadas para abordar estas fluctuaciones en los patrones de consumo entre los jóvenes, así como mejorar la salud y bienestar de la población en general.