Crónica La Rioja.

Crónica La Rioja.

Autopsia confirma lesiones por quemadura en los labios del anciano envenenado.

Autopsia confirma lesiones por quemadura en los labios del anciano envenenado.

Un informe forense revela que el anciano de 82 años presuntamente envenenado con líquido desatascador por su cuidador presentaba una concentración de medicamentos hipnóticos ligeramente por encima del rango terapéutico. También se encontraron lesiones hemorrágicas y quemaduras en los labios de la víctima.

LOGROÑO, 8 Mar.

La médico encargada del informe forense definitivo de autopsia destacó que no se registraron signos de lucha en el cuerpo del fallecido.

Las lesiones por quemaduras en la boca y en el tracto digestivo eran evidencia clara de la violencia sufrida por la víctima. Además, se confirmó que las dosis de ácido causaron lesiones internas graves con tan solo 30 mililitros.

En la quinta sesión del juicio contra A.V.M, se acusó al cuidador de envenenar al anciano en agosto de 2020. El Fiscal reclama una indemnización de 300.000 euros por el delito de asesinato con alevosía.

La experta explicó que la cantidad de medicación encontrada en el cuerpo del anciano estaba por encima del rango terapéutico pero no alcanzaba dosis letales. Las lesiones eran compatibles con el contacto del ácido en la superficie corporal.

La autopsia se realizó el mismo día del fallecimiento, sugiriendo que los niveles de medicación podrían haber sido aún más altos durante el incidente. La rápida ingesta del ácido junto con la medicación disminuyó la capacidad de reacción de la víctima.

En declaraciones, los peritos confirmaron la ingesta del desatascador y la medicación hipnótica en el fallecido. No se detectó presencia de alcohol en su organismo.

Las pruebas documentales mostraron al acusado comprando el desatascador en una tienda de Logroño, donde presuntamente esperaba en su coche junto a la víctima. El juicio continuará el lunes con las conclusiones finales.

El fiscal pide 23 años de cárcel para A.V.M. por asesinato con alevosía al envenenar al anciano. El contacto entre ambos se dio cuando el acusado le alquiló una plaza de garaje y un trastero a la víctima, para luego convertirse en su cuidador.

Tras otorgar testamento a favor del acusado, la víctima sufrió el ataque fatal con el desatascador y la medicación. El acusado llamó a emergencias después de la ingesta, pero la víctima falleció debido a un fallo multiorgánico secundario a la perforación gástrica causada por el ácido.