El juicio por el asesinato de J.O tras su desaparición en Entrena en julio de 2021 ha comenzado con revelaciones impactantes.
Según varios testigos, O.P, el acusado, salió con su furgoneta del lugar donde se produjo el presunto asesinato con la batería cortada. Además, los vecinos informaron haber oído gritos y otros movimientos sospechosos esa noche.
El primer guardia civil que testificó en el juicio refutó la afirmación del acusado de que el coche de la víctima impedía la salida de su vehículo del patio. Al contrario, su furgoneta "arrancaba a la perfección" y él la usó para esconder el cadáver del fallecido.
La sospechosa actividad del acusado esa noche destaca por "dos silencios" de comunicación y la desaparición de la batería de su furgoneta con el uso de alicates para sacarla. La policía encontró salpicaduras de sangre en el patio trasero, varios casquillos y restos de sangre en un inflador portátil dentro de la furgoneta.
El teléfono de la víctima fue destruido de una manera tan violenta que no se puede sacar ninguna información valiosa, lo que lleva a la presunción de que fue destruido a propósito. La coincidencia entre una pieza de un teléfono encontrado en una acequia y el teléfono de J.O sugiere un ataque premeditado. Además, los investigadores encontraron los álbumes de monedas y billetes robados en una mochila dentro del coche de la víctima, lo que sugiere un posible motivo para el asesinato.
En resumen, la evidencia apunta hacia la culpabilidad del acusado en el presunto asesinato de J.O.