En la primera sesión del juicio del 'Caso Entrena', un testigo ha aportado información sobre la relación entre el acusado y la víctima. Según ha declarado, O.P estaba al tanto de que J.O le había robado, pero no estaba enfadado porque le habían robado antes y no había hecho nada al respecto. El testigo, que en alguna ocasión había comprado droga al acusado, también le había pedido prestada su cámara de vídeo y había quedado con él para devolvérsela.
Alrededor de quince días antes de la desaparición de J.O, O.P le dijo al testigo que quería que le devolviera la cámara de vídeo porque J.O y su novia le habían robado monedas de oro y billetes. El testigo ha opinado que la novia de J.O es la culpable de su desaparición y que en el pueblo le llaman 'la viuda negra'.
En la sesión de hoy, también ha declarado una persona a la que J.O y su novia le cambiaron billetes robados por droga, mientras se reían de haber robado a O.P. En cuanto a O.P, se ha descrito su enfado por el robo y su reputación de ser un hombre bueno. Además, ha descrito a J.O como una persona violenta.
En la sesión también ha habido declaraciones de dos agentes de la Guardia Civil. Uno ha relatado que un vecino del acusado contó que su hermana había oído gritos de auxilio y había visto una furgoneta con las puertas del conductor abiertas. Otro agente ha contado cómo la novia de J.O denunció su desaparición y la Guardia Civil llamó a O.P para que acudiera a declarar. Este llegó "nervioso y con las manos manchadas" y dijo que venía de Logroño de arreglar el coche. También ha comparecido un guardia civil al que el acusado llamó muy afectado, llorando, dos días después y al agente le dio la sensación de que "se iba a suicidar".
En la nota que dejó en el convento de Las Clarisas, O.P hablaba de que le habían quitado monedas y estaba muy mal. Según el criterio del agente, era para desviar la atención. El juicio sigue en curso con nuevas pruebas y declaraciones.